Mi vecindario está en un entorno cada vez más saturado.
Cada tanto cada casa cambia de domicilio, lástima que ésto no pueda hacerse en la vida real.
Si a la alcaldesa se le ocurre que determinada casa queda mejor en otro sitio, pues la muda.
La limitación la pone el tendido eléctrico y el peso de la casa en cuestión.
Algunas remodelan su interior totalmente, según necesidades de la comunidad, es parecido a eso de desnudar a un santo para vestir a otro.
Se ha invertido en infraestructuras, solo material, pues la alcaldesa y su hermana se encargan de la carpintería....que por ahora se sustenta.
En cada una de las viviendas hay obras de pequeños y grandes artesanos y de elaboración propia.
Algunas fueron concebidas en su totalidad por mi hermana y yo.Ella se encarga del montaje de algunas y debo reconocer su mérito.
Hay dentro del vecindario algún exhibicionismo.Moradores que prefieren mostrar el interior de su vivienda al público ,detrás de una cristalera, ( se ahorra material) me permiten disfrutar más ampliamente de las obras .
Otros están a la intemperie, acumulando la fina capa de decantación atmosférica que a todos no preocupa.....
Pero más allá de diferencias edilicias y del mobiliario mi vecindario es bien avenido y a casi todos les gusta tomarse un café en la terraza de la pastelería
